Cuando abrí mi primera clínica, pensaba que con ser buen fisio era suficiente.
Me obsesioné con ver pacientes, me apuntaba a todos los cursos de técnicas nuevas… quería ser el mejor. ¿Te suena?

 

Ese pensamiento —tan típico como peligroso— me llevó a tener dos clínicas con “éxito”:
facturaba más de lo que jamás imaginé, atendíamos más de 15.000 sesiones al año y tenía un equipo grande.

¿El problema? Que a menudo deseaba dejarlo todo y ponerme a trabajar en Decathlon.

Lo tenía “todo”, pero estaba atrapado. Secuestrado por los pacientes, por el equipo y por una forma equivocada de ejercer esta profesión.

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No tenía control. Ni de mi tiempo. Ni de mis números. Ni de mi vida.

Tuve que aprender a base de palos. Tomé decisiones que me salieron caras y viví siempre con el miedo a que todo se viniera abajo.
Hasta que entendí que no tenía solo una clínica… tenía un negocio.
Y los negocios tienen reglas. Cuando las aprendes y las aplicas, tu vida cambia.

 

Por eso existe este curso.

“Toma el Control” es para que tú no tengas que pasar por lo mismo.

Para que puedas vivir bien de esta profesión, construir un negocio que no dependa solo de ti y, de paso,
dignificar la fisioterapia: más beneficios, mejores salarios, más reconocimiento social.